Título: Juan 1:46 - "Ven y ve": El llamado al encuentro con Cristo
- Samuel Matos
- 7 ago 2023
- 2 Min. de lectura
Introducción:
En el Evangelio de Juan, Capítulo 1, encontramos un momento profundo y transformador cuando Natanael recibe una invitación que cambia para siempre su vida. El pasaje, Juan 1:46, capta la esencia del viaje cristiano: el llamado a encontrarse con Cristo, dejándonos con el eterno desafío de "venir y ver".
Verso:
"¡Nazaret! ¿Puede salir algo bueno de allí?" preguntó Natanael. "Ven y mira", dijo Felipe. (Juan 1:46, NVI)
Revelando ideas preconcebidas:
A medida que profundizamos en este pasaje, encontramos el escepticismo inicial de Natanael sobre Jesús de Nazaret. El pueblo de Nazaret se consideraba insignificante a los ojos del mundo, lo que llevó a Nathanael a preguntarse si algo digno de mención podría originarse en ese lugar. De manera similar, a menudo dejamos que las nociones preconcebidas o los prejuicios nublen nuestra comprensión de la obra de Dios en nuestras vidas. El llamado a "venir y ver" nos implora acercarnos a Cristo con el corazón abierto, dispuestos a ser sorprendidos y transformados.
La invitación al encuentro:
En respuesta a la duda de Natanael, la simple invitación de Felipe de "venir y ver" atraviesa el escepticismo, instando a Natanael a presenciar la presencia de Cristo de primera mano. Ejemplifica la esencia del evangelismo: no discutir ni convencer, sino extender una invitación amorosa para encontrar al Cristo vivo. Como Natanael, nosotros también podemos tener dudas o incertidumbres acerca de Jesús. Sin embargo, cuando escuchamos el llamado a "venir y ver", nos abrimos a las revelaciones y encuentros divinos que desafían y afirman nuestra fe.
La aplicación personal:
Juan 1:46 sirve como un poderoso recordatorio del poder transformador de los encuentros directos con Jesús. Así como el encuentro de Natanael lo llevó a exclamar: "Rabí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel" (Juan 1:49), nuestros encuentros personales con Cristo pueden remodelar nuestras vidas y profundizar nuestra relación con Dios.
Al igual que Felipe, estamos llamados a ser evangelistas en nuestras propias vidas, extendiendo la misma invitación a otros, invitándolos a experimentar el amor y la gracia de Jesucristo que cambia vidas. A través de relaciones genuinas e invitaciones sencillas, podemos guiar a otros a "venir y ver" la bondad de Dios.
Conclusión:
Juan 1:46 es un relato hermoso e inspirador de un encuentro con Jesús que cambió la vida. El llamado a "venir y ver" resuena a través de los tiempos, resonando en los corazones de los creyentes de hoy. Así como el encuentro de Natanael transformó su escepticismo en una fe inquebrantable, nosotros también podemos experimentar a Cristo de manera profunda cuando nos acercamos a Él con el corazón abierto.
Abracemos la invitación de "venir y ver", dejando de lado nuestras dudas e ideas preconcebidas, mientras buscamos profundizar nuestra propia relación con Cristo y compartir su amor transformador con el mundo que nos rodea. A través de simples actos de invitación y encuentros genuinos, podemos ser parte de una revolución renovadora, donde las vidas cambian y los corazones se encienden para la gloria de Dios.

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